¿Y Su Animal Favorito?

¿Y SU ANIMAL FAVORITO?, le preguntaron al hombre dueño de un zoológico privado con 20 mil animales. “La mujer”, dijo Jorge Hank Rhon, el hijo del profesor, ahora empeñado en romper 14 años de dominio panista en Tijuana.

En los días subsecuentes, y después de las críticas de rigor, Hank quiso “arreglar” su declaración. Iba de mitin en mitin, en su calidad de candidato del PRI a la alcaldía tijuanense, explicando a las señoras de las colonias populares que un periodista lo había tergiversado. “Lo que dije es que mi animal favorito es mi mujer”.

Si el comentario viene de Jorge Hank, hay que tomarlo en cuenta. “Me preocupan más los animales que las personas. Así que me encargo de los animales. Los humanos pueden encargarse de ellos mismos”, dijo al periodista Lowell Bergman, en 1997, en un programa especial de televisión –Frontline, transmitido por la cadena pública PBS.

Pero ahora, a sus 48 años, a Jorge Hank le dio por ocuparse de las personas –más allá de sus 18 hijos–, aunque a lo largo de su campaña no haya dejado de compararlas con animales.

“Siento que no hay animal más fiero que la mujer defendiendo a su familia, a sus hijos. La comparo con un león, un tigre, es peligrosísima”, recogieron los diarios tijuanenses su declaración durante una reciente gira.

La felina referencia tiene que ver con la principal oferta de campaña del menor de los hijos del profesor: seguridad y guerra a muerte a los expendedores de drogas.

A Jorge Hank le han llovido las críticas por sus animalescas frases. No es la primera vez que su pasión lo mete en problemas. En mayo de 1995 fue detenido en el aeropuerto de la ciudad de México con un cargamento que incluía pieles de animales en peligro de extinción. Tres años después fue exonerado.

En 1991, Hank Rhon fue retenido en San Diego, cuando llevaba en su auto a Blanca, una tigresa de cuatro meses, mezcla de siberiano y tigre de Bengala blanco. Blanca valía cerca de 45 mil dólares. Hank la perdió y tuvo que pagar una multa de 25 mil dólares. Nada para un hombre cuya fortuna personal asciende a 500 millones de billetes verdes. Mucho para un hombre cuya fortuna se remonta al día en que su padre empezó a fabricar dulces de tejocote.

Su dedicación a los animales no ha impedido a Jorge Hank hacer prosperar sus negocios de juegos de azar, del hipódromo de Agua Caliente a los llamados books, casas de apuestas diseminadas por el país. Y tampoco le ha impedido verse involucrado en averiguaciones por lavado de dinero y asesinatos.

De hecho, buena parte de su campaña, a decir de sus críticos y oponentes, la ha tenido que dedicar a mejorar su imagen... o evitar que se manche más. Jorge Hank está abajo en las encuestas, pero quizá confía en que las enseñanzas de su padre le permitirán remontar en el último trecho. Y su padre tuvo buenos maestros.