Al optar por un cargo de elección popular, Jorge Hank Rhon se ha puesto bajo los reflectores de la prensa. De acuerdo a las autoridades judiciales sigue abierto el expediente criminal del hijo menor del mítico jefe del Grupo Atlacomulco.
A casi ocho años de haber sido procesado por el delito de contrabando, Jorge Hank Rhon sigue siendo motivo de escándalo. Ahora porque quiere ser alcalde de Tijuana, una de las ciudades más importantes del país y uno de los principales enclaves para la seguridad nacional.
El Ministerio Público federal dependiente de la Procuraduría General de la República antes de concluir el sexenio de Ernesto Zedillo solicitó al juez Noveno de Distrito con sede en el Reclusorio Sur que le impusiera una condena de 9 años de cárcel a Jorge Hank Rhon por el delito de defraudación fiscal en su modalidad de contrabando.
Pero los abogados defensores de Jorge Hank pidieron una sentencia "absolutoria", bajo el argumento de que "nunca" fue acreditado el valor de los objetos del mencionado contrabando.
En cuanto al proceso ministerial, la historia es la siguiente:
En principio, la entonces juez Novena de Distrito, Irma Teresa Fragoso Pérez, determinó dejar abierto el proceso contra Jorge Hank Rhon.
Por un lado, el Código Fiscal señala una pena aplicable de tres meses a seis años de prisión en casos de contrabando, además de una multa fijada por la autoridad hacendaria de cuatro veces el valor de los objetos.
Sólo 9 horas
Sin embargo, Jorge Hank Rhon sólo estuvo en prisión nueve horas en el Reclusorio Preventivo Oriente y obtuvo su libertad condicional durante el proceso a cambio de una fianza por 150 mil pesos en tanto se dicte la sentencia.
A partir de su detención in fraganti, la juez decidió abrir un periodo de 30 días para que la defensa ofreciera las pruebas que estimara pertinentes, además de un plazo de tres días para que el indiciado presentara su inconformidad o apelación.
No obstante la instrucción judicial, el proceso aún sigue abierto y la juez Irma Teresa Fragoso Pérez dejó intempestivamente su cargo y el asunto pasó a manos de su sucesor en el noveno juzgado del mencionado reclusorio, Jorge de Jesús Hernández Morales, quien también ya fue removido.
Tanto la Procuraduría General de la República como los responsables del Noveno Juzgado de Distrito no respondieron a la solicitud de los periodistas para precisar los pormenores de este caso, que aún le sigue quemando las manos a las autoridades judiciales y al indiciado.
Hasta donde se pudo averiguar, la defensa de Jorge Hank Rhon no recurrió jamás a la apelación, sino al recurso de amparo, en función de que éste no tiene un término o plazo.
Así, el expediente del contrabando de artículos de lujo y joyas preciosas sigue abierto.
El asunto se remonta al lunes 22 de mayo de 1995 cuando Jorge Hank Rhon venía de un viaje de placer por el continente asiático. Llegaba a la ciudad de México después de 13 días de ausencia por el país.
Durante el vuelo, una azafata le proporcionó una hoja de las autoridades fiscales de México para que declarara el monto de sus pertenencias. Llenó el formulario con sus datos personales y el monto de sus pertenencias. Declaró que traía mercancías de uso personal y regalos por mil 600 dólares.
Antes de que llegara al semáforo de revisión aduanal la prepotencia de algunos de sus acompañantes salió a relucir.
- Es el hijo del profesor Carlos Hank González, brinden la atención al señor.
Un agente fiscal invitó a Hank a quien le tocó pasar por la mesa tres que oprimiera el botón del semáforo. Molestó, Jorge Hank Rhon lo hizo. Le tocó la luz roja y al aparecer la palabra "Alto", se vio obligado a depositar sus maletas para cumplir con el trámite.
"No tengo nada que esconder", insistió Hank Rhon.
Y aparecieron las mercancías junto a su menaje personal.
Tres años antes de este caso, el contrabando de mercancías era común en la gran mayoría de los aeropuertos del país.
A principios de 1992 fue instalado el sistema de "semáforos fiscales" en el aeropuerto de la ciudad de México con el propósito de agilizar la revisión aduanal y para desterrar las añejas prácticas burocráticas y corruptas. Uno de cada diez pasajeros se enfrenta a la luz roja de estos semáforos. Jorge Hank Rhon fue uno de ellos.
De acuerdo a las disposiciones fiscales vigentes, la franquicia autorizada es de 300 dólares. Sobrepasar ese monto implica pagar los impuestos correspondientes.
El indiciado había declarado que sus pertenencias de las 12 maletas de su equipaje era de mil 600 dólares.
Para las autoridades fiscales el monto era superior a los 46 mil 500 dólares, conforme a un peritaje de expertos de la PGR, Hacienda y del Instituto Nacional de Antropología e Historia.
Compró "bisutería"
En su descargo, durante el proceso, Jorge Hank Rhon llamó "bisutería", a los artículos que compró durante su viaje por Japón, Singapur y China. Según el expediente, el avalúo hecho por Jorge Hank Rhon sobre sus pertenencias ascendía a mil 600 dólares.
Para la defensa el delito consiste en que se "incurrió en un error de apreciación", al declarar ante las autoridades aduanales un valor menor al que tiene los objetos y la mercancía que se compró y se introdujo al país.
En fin que se trató de simples chácharas. Pero las baratijas siguen siendo motivo de escándalo. El expediente sigue abierto.
Jorge Hank Rhon sólo estuvo en manos de la justicia por este delito durante casi 48 horas detenido en la Policía Judicial Federal, dependiente de la PGR, y sólo 11 horas en el Reclusorio Preventivo Sur, siempre asistido por el abogado Andrés Iglesias Bailet, el ex procurador general de Justicia del Distrito Federal, Ernesto Santillana y el ex director de la Policía Judicial del DF, Isidoro Reza Valdez.La libertad caucional le costó a Hank Rhon 150 mil pesos, producto de la fianza que le fijó la juez Teresa Irma Fragoso Pérez, quien dejó el caso en manos de su sustituto, Jorge de Jesús Hernández Morales, titular del Noveno Distrito en Materia Penal.
Nota aquirida por: José Martínez M.
A casi ocho años de haber sido procesado por el delito de contrabando, Jorge Hank Rhon sigue siendo motivo de escándalo. Ahora porque quiere ser alcalde de Tijuana, una de las ciudades más importantes del país y uno de los principales enclaves para la seguridad nacional.
El Ministerio Público federal dependiente de la Procuraduría General de la República antes de concluir el sexenio de Ernesto Zedillo solicitó al juez Noveno de Distrito con sede en el Reclusorio Sur que le impusiera una condena de 9 años de cárcel a Jorge Hank Rhon por el delito de defraudación fiscal en su modalidad de contrabando.
Pero los abogados defensores de Jorge Hank pidieron una sentencia "absolutoria", bajo el argumento de que "nunca" fue acreditado el valor de los objetos del mencionado contrabando.
En cuanto al proceso ministerial, la historia es la siguiente:
En principio, la entonces juez Novena de Distrito, Irma Teresa Fragoso Pérez, determinó dejar abierto el proceso contra Jorge Hank Rhon.
Por un lado, el Código Fiscal señala una pena aplicable de tres meses a seis años de prisión en casos de contrabando, además de una multa fijada por la autoridad hacendaria de cuatro veces el valor de los objetos.
Sólo 9 horas
Sin embargo, Jorge Hank Rhon sólo estuvo en prisión nueve horas en el Reclusorio Preventivo Oriente y obtuvo su libertad condicional durante el proceso a cambio de una fianza por 150 mil pesos en tanto se dicte la sentencia.
A partir de su detención in fraganti, la juez decidió abrir un periodo de 30 días para que la defensa ofreciera las pruebas que estimara pertinentes, además de un plazo de tres días para que el indiciado presentara su inconformidad o apelación.
No obstante la instrucción judicial, el proceso aún sigue abierto y la juez Irma Teresa Fragoso Pérez dejó intempestivamente su cargo y el asunto pasó a manos de su sucesor en el noveno juzgado del mencionado reclusorio, Jorge de Jesús Hernández Morales, quien también ya fue removido.
Tanto la Procuraduría General de la República como los responsables del Noveno Juzgado de Distrito no respondieron a la solicitud de los periodistas para precisar los pormenores de este caso, que aún le sigue quemando las manos a las autoridades judiciales y al indiciado.
Hasta donde se pudo averiguar, la defensa de Jorge Hank Rhon no recurrió jamás a la apelación, sino al recurso de amparo, en función de que éste no tiene un término o plazo.
Así, el expediente del contrabando de artículos de lujo y joyas preciosas sigue abierto.
El asunto se remonta al lunes 22 de mayo de 1995 cuando Jorge Hank Rhon venía de un viaje de placer por el continente asiático. Llegaba a la ciudad de México después de 13 días de ausencia por el país.
Durante el vuelo, una azafata le proporcionó una hoja de las autoridades fiscales de México para que declarara el monto de sus pertenencias. Llenó el formulario con sus datos personales y el monto de sus pertenencias. Declaró que traía mercancías de uso personal y regalos por mil 600 dólares.
Antes de que llegara al semáforo de revisión aduanal la prepotencia de algunos de sus acompañantes salió a relucir.
- Es el hijo del profesor Carlos Hank González, brinden la atención al señor.
Un agente fiscal invitó a Hank a quien le tocó pasar por la mesa tres que oprimiera el botón del semáforo. Molestó, Jorge Hank Rhon lo hizo. Le tocó la luz roja y al aparecer la palabra "Alto", se vio obligado a depositar sus maletas para cumplir con el trámite.
"No tengo nada que esconder", insistió Hank Rhon.
Y aparecieron las mercancías junto a su menaje personal.
Tres años antes de este caso, el contrabando de mercancías era común en la gran mayoría de los aeropuertos del país.
A principios de 1992 fue instalado el sistema de "semáforos fiscales" en el aeropuerto de la ciudad de México con el propósito de agilizar la revisión aduanal y para desterrar las añejas prácticas burocráticas y corruptas. Uno de cada diez pasajeros se enfrenta a la luz roja de estos semáforos. Jorge Hank Rhon fue uno de ellos.
De acuerdo a las disposiciones fiscales vigentes, la franquicia autorizada es de 300 dólares. Sobrepasar ese monto implica pagar los impuestos correspondientes.
El indiciado había declarado que sus pertenencias de las 12 maletas de su equipaje era de mil 600 dólares.
Para las autoridades fiscales el monto era superior a los 46 mil 500 dólares, conforme a un peritaje de expertos de la PGR, Hacienda y del Instituto Nacional de Antropología e Historia.
Compró "bisutería"
En su descargo, durante el proceso, Jorge Hank Rhon llamó "bisutería", a los artículos que compró durante su viaje por Japón, Singapur y China. Según el expediente, el avalúo hecho por Jorge Hank Rhon sobre sus pertenencias ascendía a mil 600 dólares.
Para la defensa el delito consiste en que se "incurrió en un error de apreciación", al declarar ante las autoridades aduanales un valor menor al que tiene los objetos y la mercancía que se compró y se introdujo al país.
En fin que se trató de simples chácharas. Pero las baratijas siguen siendo motivo de escándalo. El expediente sigue abierto.
Jorge Hank Rhon sólo estuvo en manos de la justicia por este delito durante casi 48 horas detenido en la Policía Judicial Federal, dependiente de la PGR, y sólo 11 horas en el Reclusorio Preventivo Sur, siempre asistido por el abogado Andrés Iglesias Bailet, el ex procurador general de Justicia del Distrito Federal, Ernesto Santillana y el ex director de la Policía Judicial del DF, Isidoro Reza Valdez.La libertad caucional le costó a Hank Rhon 150 mil pesos, producto de la fianza que le fijó la juez Teresa Irma Fragoso Pérez, quien dejó el caso en manos de su sustituto, Jorge de Jesús Hernández Morales, titular del Noveno Distrito en Materia Penal.
Nota aquirida por: José Martínez M.
1 comentario:
Ya se va a cerrar este expediente y finalmente ver la justicia de Mexico, Finalmente se hace justicia a este ANIMAL de Jorge Hank Rhon, se le atrapo en su casa y esperamos todos los Mexicanos que se quede en prision de por vida, es un criminal, narcotraficante, lider de la mafia y todavia tiene el lujo de ser Millonario por sus CASINOS CALIENTE, a los que los Mexicanos debemos de dejar ir para no enriquecer a la mafia
Publicar un comentario